En el marco de las nuevas tecnologías de la información, la digitalización y nuestro sistema de consumo, la eficiencia energética arroja unas cifras que conllevan a una charla muy interesante en el que el debate principal se torna en la biodiversidad, el cuidado medio ambiental y en tener empresas más eficientes y responsables con el medio ambiente y la sociedad.
Desde este punto inicial se espera un 2024 con una aceleración en esta industria, ya que los países de Latinoamérica están poniendo en la lupa invertir más en este sector en particular, para ayudar a proliferar y fortalecer su posición en el cuidado del medio ambiente, sin dejar a un lado el crecimiento económico. Las tesis centradas en el clima y la descarbonización tienen un foco en la regeneración social y ambiental.
Para el 2024 se ha hecho tendencia reducir la huella de carbono, pero la pregunta que procede es, ¿si tuviéramos una calculadora de sustentabilidad sabríamos cuánto impacto generamos en el medio ambiente?
Según el acuerdo de París (2015) con una proyección al 2050, existe una agenda y compromisos pactados para que un sin número de industrias se adhieran a políticas solidarias en relación con tecnologías y programas en pro del medio ambiente con un informe de cero emisiones de carbono.
La meta es lograr reducir 2°C la temperatura, asumiendo que países con gran impacto como China se adhieran en 2060 y el resto del mundo en 2070.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó la hoja de ruta para la transformación digital del sector energético en América Latina. Sus pilares son: participación de usuarios en sistemas energéticos, modelos sostenibles y flexibles, junto con la resiliencia ante fenómenos naturales.
Según la COP30 en Belém, Brasil, el escenario se está configurando para que founders, inversores y clientes se alineen en torno a servicios que permitan garantizar ahorros energéticos con cifras que ofrezcan predecir y proyectar el ROI de estos cálculos. La idea es que no haya cambios radicales, sino graduales en la rutina diaria del monitoreo de instalaciones energéticas para facilities (de todos los tamaños), servicios públicos generales y activos críticos como: dispositivos, electrodomésticos, tuberías y servicios de reparaciones, junto con actividades retomotas por medio de IoT y AI para alargar la vida útil de los activos. Se hace importante reciclar, y reactivar dispositivos en desuso para evitar producir más toneladas de carbono, limpiando el aire y ahorrando agua, elementos vitales de nuestra geografía y de la vida.
Las empresas climáticas del futuro son compañías vanguardistas que se propusieron una cruzada: cambiar el mundo. El ecosistema de la industria es prometedor: paneles solares, monitoreo inteligente de instalaciones y mantenimiento remoto.
Surge otra cuestión, ¿cómo transformar el planeta?
A ciencia cierta no se puede predecir un cambio, sin que este explícitamente la palabra cultura en dicha hipótesis. Si lo social y lo ecológico se unen, podemos tener un sistema de mercado acorde a las necesidades no solo de los negocios, sino de la naturaleza. Por tal motivo, esta industria se está tornando en un fenómeno de scouting, por medio de la cual se están buscando entre si empresas, que convergen en encontrar soluciones y escalar modelos de negocio viables para lograr que más manos se unan a estos proyectos que generarán alto impacto en las próximas décadas.
¿Cuáles son las tendencias de la industria?
Sistemas de almacenamiento de energía, smart grids: (redes eléctricas inteligentes), IA, IoT aplicada a redes de transporte y logística, sensores para mediciones atmosféricas y marinas, hidrógeno, energía nuclear de nueva generación, nuevos materiales, captura directa de carbono y utilización (CCU), reconstitución ecosistémica con biotech y otras tecnologías, que permiten ahorros de carbono y la regeneración de nuestros ecosistemas y capa de ozono.
El reto del sector
Más emprendedores, hubs y gremios que apuesten por esta industria. Gobiernos que implementen políticas prometedoras. Grandes retailers, farmacéuticas y clusters que implementen estas tecnologías climatech.
En conclusión, la industria será potente en la medida en que grandes actores y stakeholders se unan y esto a su vez permitirá más propuestas, crecimiento y evidencia del impacto positivo de la implementación del sector.